miércoles, 29 de julio de 2009

La belleza es de quien la observa

La belleza es de quien la observa.
Estás ahí frente a mi.
Observo tu belleza, completa, y me adueño de ella.
Al observarte, la hago mía.
Ya no es tuya. Me pertenece.

Me pertenece la belleza de tu cabello negro, alborotado.
Me pertenece la belleza que hay en la luz de tus ojos oscuros.
Me pertenece la belleza de tu sonrisa pura, de tus manos temblorosas, de tus piernas delgadas, de tu pecho que intenta esconderse sin conseguirlo…

Me pertenece la belleza de tus sentimientos escondidos, de los miedos que solo yo conozco, de tus vacíos que intento llenar sin éxito, de las lágrimas que salen a saludarme y de las que se quedan escondidas aguardando mi regreso.

Me pertenece la belleza de tus sueños, que en mis oídos terminan por volverse realidad miles de veces, la belleza de tu amor que de tanto que me lo has negado, ha terminado por acostumbrarse a mi.

Me pertenece la belleza de tu memoria, que repite por momentos las frases que te envío a hurtadillas, que lees a escondidas, que se han hecho cómplices de tu sonrisa.

Me pertenece tu belleza.

Tu belleza completa, la que me has mostrado, la que he descubierto, la mezcla de ambas.
La belleza que te da mi amor, que te hace perfecta ante mis ojos, que me permite amar tus errores, ver un complemento en tus defectos.

Me pertenece la belleza que existe en la mejor versión de ti, la que sólo yo veo, la que sólo yo conozco, la que amo sin descanso, sin condiciones, sin tiempo…

La belleza es de quien la aprecia.

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